(Ciencias de Joseleg) (Química) (Lenguaje químico) (Enlace químico) (Ejercicios resueltos) (Introducción) (Generalidades) (Historia) (Enlace químico fuerte) (Enlace químico débil) (Símbolos de Lewis y el octeto) (Energía reticular) (Enlace covalente y su representación) (Enlace covalente polar) (Diferenciando entre iónico y covalente) (Dibujado estructuras de Lewis) (Estados de oxidación, cargas formales y reales) (Resonancia) (Desviaciones del octeto) (Enlace covalente coordinado) (Enlace metálico) (Teoría del enlace de valencia) (Teoría del orbital molecular) (Efecto del enlace químico en los estados de la materia) (Referencias bibliográficas)
Los electrones involucrados en el enlace químico son los electrones de valencia, que, para la mayoría de los átomos, son los que se encuentran en la capa más externa ocupada. El químico estadounidense G. N. Lewis (1875-1946) sugirió una manera simple de mostrar los electrones de valencia en un átomo y rastrearlos durante la formación de enlaces, utilizando lo que ahora se conoce como símbolos de puntos de electrones de Lewis o simplemente símbolos de Lewis. El símbolo de Lewis para un elemento consta del símbolo químico del elemento más un punto para cada electrón de valencia. El azufre, por ejemplo, tiene la configuración electrónica Ne3s23p4 y, por lo tanto, seis electrones de valencia.
Figura 6‑1. Modelo de
puntos de Lewis para el átomo de azufre
Los puntos se colocan en los cuatro lados
del símbolo (arriba, abajo, izquierda y derecha) y cada lado puede acomodar
hasta dos electrones. Los cuatro lados son equivalentes, lo que significa que
la elección de en qué lado colocar dos electrones en lugar de uno es
arbitraria. En general, separamos los puntos tanto como sea posible. En el
símbolo de Lewis para S, por ejemplo, preferimos la disposición de puntos que
se muestra en lugar de la disposición que tiene dos electrones en tres de los
lados y ninguno en el cuarto. Las
configuraciones electrónicas y los símbolos de Lewis para los elementos del
grupo principal de los períodos 2 y 3 se muestran en la tabla:
Tabla 6‑1. Configuraciones
electrónicas y modelos de punto de Lewis para los elementos de los periodos 2 y
3 de la tabla periódica.
Observe que el número de electrones de
valencia en cualquier elemento representativo es el mismo que el número de
grupo del elemento empleando
la nomenclatura CAS, aunque no concordará con las nomenclaturas de grupo de la
IUPAC. Por ejemplo, los símbolos de Lewis para oxígeno
y azufre, miembros del grupo 6ª en la nomenclatura CAS, muestran seis puntos.
La regla del octeto
Ten en
cuenta que se denomina regla y no ley por una razón fundamental, tiene una
enorme cantidad de excepciones, sin embargo, hace parte importante de la
historia de la química que ha sido traducida a los libros de texto y por ende
es un concepto que es irrenunciable, aunque en lo personal no me gusta.
Los átomos a menudo ganan, pierden o
comparten electrones para lograr la misma cantidad de electrones que el gas
noble más cercano a ellos en la tabla periódica. Los gases nobles tienen
arreglos de electrones muy estables, como lo demuestran sus altas energías de ionización,
baja afinidad por electrones adicionales y falta general (pero no total como lo revelan
algunos compuestos de xenón) de reactividad química.
Debido a que todos los gases nobles, excepto el He, tienen ocho electrones de
valencia, muchos átomos que experimentan reacciones terminan con ocho
electrones de valencia. Esta observación ha llevado a una directriz conocida
como la regla del octeto: los átomos tienden a ganar, perder o compartir
electrones hasta que están rodeados por ocho electrones de valencia.
Una primera
excepción son los elementos cuyo gas noble más cercanos el helio, allí la regla
del octeto pasa a ser de dueto, es decir los elementos tendrán la tendencia a
configurarse en dos electrones de valencia en su capa más externa.
Un octeto de electrones consta de subcapas
s y p completas en un átomo. En un símbolo de Lewis, un octeto se muestra como
cuatro pares de electrones de valencia dispuestos alrededor del símbolo del
elemento, como en los símbolos de Lewis para Ne y Ar. Hay excepciones a la
regla del octeto, como veremos más adelante en el capítulo, pero proporciona un
marco útil para introducir muchos conceptos importantes de enlace.
Estructuras de Leweis para
compuestos iónicos
Las sustancias iónicas generalmente
resultan de la interacción de los metales en el lado izquierdo de la tabla
periódica con los no metales en el lado derecho (excluyendo los gases nobles).
Por ejemplo, cuando el sodio metálico, Na(s), si se pone en contacto con cloro
gaseoso, Cl2(g), y un agente desestabilizante de la estructura
iónica del metal, como una gota de agua se produce una reacción violenta. El
producto de esta reacción muy exotérmica es el cloruro de sodio, NaCl(s): Na(s) + Cl2(g) → NaCl(s) ∆Hf° = —410.9 kJ/mol.
El cloruro de sodio se compone de iones Na+
y Cl- dispuestos en una matriz tridimensional. La formación de Na+
a partir de Na y Cl- a partir de Cl2 indica que un átomo
de sodio ha perdido un electrón y un átomo de cloro lo ha ganado; decimos que
ha habido una transferencia de electrones del átomo de Na al átomo de Cl.
Tres de las propiedades atómicas nos dan
una indicación de la facilidad con la que ocurre la transferencia de
electrones: la energía de ionización, que indica la facilidad con la que se
puede eliminar un electrón de un átomo; la afinidad electrónica, que mide
cuánto quiere un átomo ganar un electrón; y la electronegatividad que indica la facilidad
con la que un núcleo atómico atrae electrones propios o ajenos.
La transferencia de electrones para formar
iones de carga opuesta ocurre cuando un átomo cede fácilmente un electrón (baja
energía de ionización/ baja electronegatividad) y otro átomo gana fácilmente un
electrón (alta afinidad electrónica / alta electronegatividad). Así, el NaCl es
un compuesto iónico típico porque consiste en un metal de baja energía de
ionización y un no metal de alta afinidad electrónica. Usando símbolos de
puntos de electrones de Lewis (y mostrando un átomo de cloro en lugar de la
molécula de Cl2), podemos representar esta reacción como:
Figura 6‑2. Modelo de
puntos de Lewis para la ionización de sodio metálico y cloro elemental.
La flecha púrpura
indica la transferencia de un electrón del átomo de Na al átomo de Cl. Cada ion
tiene un octeto de electrones, siendo el octeto de Na+ los
electrones 2s22p6 que se encuentran debajo del único
electrón de valencia 3s del átomo de Na. Hemos puesto un paréntesis alrededor de
ambos iones para enfatizar que han dejado de ser átomos libres y se han
transformado en iones con cargas electrostáticas permanentes.
Las sustancias iónicas
poseen varias propiedades características. Suelen ser sustancias quebradizas
con puntos de fusión elevados. Suelen ser cristalinos. Además, los cristales
iónicos a menudo se pueden escindir; es decir, se separan a lo largo de
superficies lisas y planas. Estas características son el resultado de fuerzas
electrostáticas que mantienen los iones en una disposición tridimensional
rígida y bien definida.
Formación del enlace iónico
Aunque no
siempre sucede, dependiendo de particularidades de cada elemento, lo común es
que si tenemos iones positivos e iones negativos, esos actúen como enormes monopolios
qué se atraen mutuamente hice auto organizan en una estructura estable
cristalina que intercala la posición positiva y la posición negativa de manera
tridimensional, en otras palabras se genera el enlace iónico.
Figura 6‑3. Modelo
que representa el enlace iónico.
Observe que
cuando representamos el enlace iónico no dibujamos un enlace entre los 2 átomos
pues no existe, lo que une a los átomos es la carga electrostática opuesta, no
el hecho de que existan electrones en medio de ellos que los mantengan unidos.
Configuración electrónica de un ion en elementos de
grupos representativos
La energía de la formación de enlaces
iónicos ayuda a explicar por qué muchos iones tienden a tener configuraciones
electrónicas de gas noble. Por ejemplo, el sodio pierde fácilmente un electrón
para formar Na+, que tiene la misma configuración electrónica que el
Ne:
( 4.1 ) Cambio
en la configuración electrónica del sodio cuando éste se ioniza.
Aunque la energía reticular aumenta con el
aumento de la carga iónica, nunca encontramos compuestos iónicos que contengan
iones Na2+. El segundo electrón eliminado tendría que provenir de
una capa interna del átomo de sodio, y eliminar electrones de una capa interna
requiere una gran cantidad de energía. El aumento de la energía de la red no es
suficiente para compensar la energía necesaria para eliminar un electrón de la
capa interna. Por lo tanto, el sodio y los otros metales del grupo 1A se
encuentran en sustancias iónicas solo como iones (1+).
Aunque en
el libro de textos nos dice que para ello un cloro el caso similar y nos pone
en un caso hipotético para los iones cloruro(1-) y el hipotético Cl(2-), con un
argumento energético, el cual es correcto, omite un gran detalle, el cloro a
diferencia del sodio puede hibridarse, que es la capacidad que tienen los
orbitales de combinarse con otros para alterar su capacidad de perder o
capturar electrones.
Si el cloro
siguiera la ley del octeto a rajatabla sólo debería tener un estado de
oxidación posible (-1), y lo único que podría hacer es capturar da un electrón
por cloro, sin embargo, el cloro también es capaz de perder electrones, y esa
capacidad para perder electrones no es explicada por la ley del octeto.
Sin embargo,
en términos de resolución de ejercicios de lápiz y papel lo que nos van a
preguntar es cuál es el ion que se va a generar con mayor probabilidad, siendo
estos iones monoatómicos, y en tales casos la regla del octeto sí que es útil.
En consecuencia para ejercicios de lápiz y papel vamos a aplicar el siguiente
algoritmo de solución:
👉 el ion más probable va a ser aquel
que es semejante a su gas noble más cercano.
👉 para metales de los grupos
representativos (ignorando metales de transición y tierras raras) eso implica
retirar los electrones que quedan sobrando desde la configuración electrónica
del gas noble anterior, luego agregar la magnitud de esos electrones como
cargas positivas en súper índices con una estructura en la cual se coloca
primero la magnitud y luego el símbolo positivo, ignorando los uno.
👉 para no metales eso implica agregar
los electrones que quedan faltando para alcanzar a su gas noble siguiente, luego
agregar la magnitud de esos electrones como cargas negativas en súper índices con
una estructura en la cual se coloca primero la magnitud y luego el símbolo negativo,
ignorando los uno.
Brown13 muestra 8.2. Prediga el ion generalmente formado por (a) Sr, (b) S, (c) Al
Brown13
muestra 8.2.1. ¿Cuál de estos elementos es más probable que forme iones con una
carga de 2+? (a) Li, (b) Ca, (c) O, (d) P, (e) Cl.
Brown13 muestra 8.2.2. Prediga las cargas de los iones formados cuando
el magnesio reacciona con el nitrógeno.
Configuración electrónica de un ion en elementos de
transición y tierras raras
Debido a que las
energías de ionización aumentan rápidamente por cada electrón eliminado, las
energías reticulares de los compuestos iónicos son generalmente lo
suficientemente grandes como para compensar la pérdida de hasta tres electrones
de los átomos. Así, encontramos cationes con cargas de 1+, 2+ o 3+ en
compuestos iónicos. La mayoría de los metales de transición, sin embargo,
tienen más de tres electrones más allá de un núcleo de gas noble. La plata, por
ejemplo, tiene una configuración electrónica (Kr)4d105s1.
Los metales del grupo 1B (Cu, Ag, Au) a menudo se presentan como iones 1+ (como
en CuBr y AgCl). Al formar Ag+, el electrón 5s se pierde, dejando una subcapa
4d completamente llena. Como en este ejemplo, los metales de transición
generalmente no forman iones que tengan una configuración de gas noble. La regla del octeto, aunque útil, tiene un alcance
claramente limitado.
Recuerde que cuando se
forma un ion positivo a partir de un átomo, los electrones siempre se pierden
primero en la subcapa que tiene el mayor valor de número cuántico principal.
Por lo tanto, al formar iones, los metales de transición pierden primero los
electrones de la capa de valencia y luego tantos electrones d como sean
necesarios para alcanzar la carga del ion mas estable. Por ejemplo, al formar
Fe2+ a partir de Fe, que tiene la configuración electrónica (Ar)3d 64s2,
los dos electrones 4s se pierden, lo que lleva a una configuración (Ar)3d6.
La eliminación de un electrón adicional da Fe3+, cuya configuración
electrónica es (Ar)3d5.
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